Al quedar solos, Christopher, apretando la mano de Amber, le consultó...
―¿Te preocupaste por mí? ¿Pensaste que podía morir? ―preguntó él, hablando mejor y más claro, con su voz ronca y tierna.
―¡Sí! Sí, me preocupé ―se sinceró ella con él― A pesar, que confiaba que superabas esto. Recuerdas el refrán que...