—¡Lucha Christopher, no te des por vencido! —Aconsejó Maddie a su hijo— ¡Solo quien persevera, vence!
—¡Sí, madre! Pero, con todo el daño que le hice, es muy difícil, que me vuelva a perdonar —replicó él.
»Aunque haré uso, de todo lo que tengo, para ayudarla a castigar a quienes nos separaron...