―¿Qué pasó con Dylan? ―preguntó Christopher, impaciente y vengativo.
―¡Ja, ja, ja! ―Sonrió Elian― Eso solo es digno que lo veas, con tus propios ojos, que nadie te lo cuente ―manifestó este, pasando su iPhone a Christopher para que viera el vídeo.
―¿Pero, no lo denunciaron? ―cuestionó él obstinado, recibiendo el iPhone....