―¡Ayúdame, Chris! ―Rogó Amber― ¿Dime cuál vestido me pongo? ―insistió ella, haciendo un puchero, que él se imaginó.
―Hay uno dorado que se amoldará a tu cuerpo como una segunda piel. Está adornado como con trocitos de espejos o algo así, seguro que con las luces del lugar, se debe...