―¡Porque eres una, perra! Christopher, casi te mata, te hundió en la cárcel, pagó para que mataran a tu hijo, a él si lo perdonas, y te revuelcas con él, manteniendo un compromiso conmigo ―bramó este, enfurecido por el teléfono.
»¿No has pensado, que yo tampoco estoy dispuesto a perdonarte,...