―¡Vamos, Sabrina! Necesito que hablemos con todos y aclaremos esto ―solicitó Piero― ¡Yo te amo! Y no estoy dispuesto a renunciar a ti, solo por el miedo que tienes a la reacción de Christopher ―aseguró él, ahora con una sonrisa tomándola por la cintura.
―Pero, ¿no sé qué siento por ti?...