—¡Si supieras que sí! He cambiado, ¡y mucho, de gustos! —contestó Amber, con su mirada erguida— Pero eso no quita, que me siga gustando la comida tan divina que preparan en este lugar. No hay problemas, por eso —aseguró ella.
—Si no es muy atrevido de mi parte ¿Cuáles son los...