―¡Rocío! ―gritó Christopher, enojado y levantando la voz, haciendo que todos los presentes voltearan para ver qué pasaba― Te exijo, le pidas disculpa a Amber ¡ella es mi prometida! Que eso te quede claro ―afirmó con fuerza él, levantándose de su silla.
―¡Ya mi amor, cálmate! Ella al parecer vive desubicada...