Al recibir el mensaje, Joshua llamó y concertó la cita con la ginecóloga rápidamente. Este, después del baño, la vistió cómodamente, según las recomendaciones de su suegra. Al llegar al consultorio, la doctora era una mujer joven pero muy profesional.
―¡Angie! ¡Qué placer verte! Ya no me recordaba de tu rostro,...