―¿Buscamos el Ferrari? ―preguntó Christopher, tomando el mentón de Amber en sus manos y besando sus dulces labios.
―¡Siiii! Por favor, mi amor compláceme ―expresó ella, rebelde y traviesa. El sonriente le besó los labios y le susurró al oído…
―¡En todo lo que quieras! ―garantizó, sonriendo y soltándola para encender...