-¡Dios mío! ¡Eres tan malvada! ¿Cómo pudiste envenenar al niño? -gritó Kimberly.
Quinn ignoró a la enfermera y ayudó a Lucian, que vomitaba sin parar. Miró con enojo a la enfermera que gritaba y le espetó: -¡Llama al médico! ¡Rápido!
Kimberly llamó al médico, pero no se olvidó de ser dramática al...