Rachel gritó en su mente. Colocó sus manos sobre el pecho de Víctor para empujarlo, pero sus extremidades se sentían débiles.
-¡Suéltame! -quiso gritar, pero no pudo, ya que Víctor le había sellado los labios. Una oleada de asco recorrió su cuerpo... se sentía rara al ser besada por otro hombre...