Oliver y Claire tomaron un vuelo privado hacia su destino de luna de miel. Llevaban más de quince horas en el vuelo y Claire estaba cada vez más inquieta.
-¿A dónde vamos, cariño? -preguntó, bostezando después de despertarse de su sueño.
Miró por la ventana y vio el resplandor dorado del sol...