Pasó una semana.
En la húmeda celda de aislamiento... Las luces estaban apagadas y el espacio parecía abarrotado.
Había muy poco o nada de aire, lo que hacía que quienes estaban encerrados allí se retorcieran y se revolvieran angustiados. Fue la peor experiencia que uno podría vivir jamás.
Había pasado una semana desde...