-¿No debería ser así como se llega al corazón de un hombre? -Claire frunció el ceño, ignorando el resto de las palabras de Oliver y dijo-: No me llames cariño.
-¿Por qué? ¿Te gusta? -Oliver sonrió, refiriéndose al término cariñoso. Asintió y dijo: -Está bien, entonces te llamaré bebé.
-No soy tu...