-¿Dos semanas? -Los ojos de Rachel casi se salieron de sus órbitas-. ¿No es demasiado pronto?
-Lo es, pero realmente no podemos detener al abuelo. Está demasiado ansioso por casarme -respondió Henry con una ligera risa.
Después de eso se hizo el silencio.
El corazón de Rachel latía violentamente contra su caja torácica....