Jane escondió una sonrisa. Se obligó a soltar algunas lágrimas y dijo: -Lo siento mucho, señora Ford. No es culpa del señor Ford. Simplemente no pudo resistirse y trató de imponerse. Me asusté y por eso grité.
Rachel miró a la mujer desnuda y arrugó la nariz con disgusto. Preguntó: -¿Te...