En la sala de Oliver, médicos y enfermeras rodeaban su cama. Un médico, que era el jefe de residentes, hizo lo que pudo y utilizó el desfibrilador para reanimarlo.
-¡Otra vez! ¡Aumenten un poco más la carga! -gritó el médico para que cargaran el desfibrilador antes de colocar las palas sobre...