-¿Tanto me odias? -preguntó Oliver en voz baja, mirándola con tantas emociones arremolinándose en sus ojos.
Sus palabras lo lastimaron, el dolor hizo que el nudo en su garganta fuera difícil de tragar. Con ella siempre iba un paso adelante y dos atrás... pensó que finalmente estaba simpatizando con él y...