-¿Tiene que seguirte ahora mismo? -preguntó Víctor mientras miraba hacia atrás.
Bruce los seguía y parecía tan intimidante como siempre. Sus ojos penetrantes estaban clavados en Víctor como un halcón, lo que lo hacía sentir incómodo.
Rachel se rió entre dientes. -Esa era la única forma en que mi esposo te permitía...