Oliver gimió y perdió el apetito.
-Mamá, por favor, ¿podemos no hablar de eso? -murmuró frunciendo el ceño.
-¿Por qué no podemos hablar de ello? -le preguntó Rachel a su hijo-. Siempre has esquivado la pregunta. Hace seis años te pregunté por qué tratabas así a Claire y te negaste a decírmelo......