La última hora fue un infierno para Rachel. Era como si cada parte de su cuerpo estuviera envuelta en llamas.
No podía comer ni beber nada, mucho menos quedarse quieta. Clara estaba allí con gente cuyas intenciones eran desconocidas, ¿cómo podía estar tranquila?
Después de registrar el hospital, la policía abrió un...