Salomón.
No podía creer que esto estuviera sucediendo. Pasé la mañana con mis hijos, y aunque no logramos hacer un desayuno delicioso que todos pudiéramos disfrutar, solo estaba agradecido por este tiempo con ellos. Y Eloisa, era amable, un poco más nerviosa de lo que estoy acostumbrado, pero aún así hospitalaria...