Salomón
Mi corazón estaba pesado al saber que Eloisa estaba saliendo con Daniel. Intenté distraerme con los niños, pero aún así me costaba.
—¡Papá, me encanta mucho tu casa! —dijo Salvador. Sonreí cada vez que me llamaba papá. Nunca se me pasaba.
—Cuando tengas dieciocho, será tuya —le prometí, y él aplaudió.
—¿Oíste eso,...