Eloisa
Pachino y Llosa mantuvieron entretenidos a los niños después de la cena. Ya era tarde, pero nadie quería irse. Cuando nos reuníamos así, simplemente no queríamos separarnos.
Con una "sutil" insinuación de Salomón—bueno, no fue sutil, más bien los echó con una patada bastante poco cortés pero graciosa—los terminamos despidiendo. Se...