Eloisa
Salomón me sonrió y besó mi cuello. Sentí un escalofrío recorrerme el cuerpo. Finalmente me bajó al suelo después de que insistiera, y entrelazó nuestros dedos. No pudo evitar besarme la mano.
—Ahora dime qué pasó.
—Daniel me engañó —suspiré.
—Ese desgraciado —murmuró. Solté una risita al recordar que así lo llamaba CC....