—Está aquí. Cariño, ella está aquí —Julián estaba frente a mí, luciendo frenético.
Nunca había visto a mi mejor amigo tan alterado. Sus ojos escaneaban el lugar, y su nariz se dilataba, olfateando. Le tomé el rostro con suavidad y lo hice mirarme.
—Cariño, relájate y respira —lentamente, hizo lo que le...