—Mami... —Abrí lentamente los ojos y sonreí al ver a mi hijo.
—Buenos días, Sal —le sonreí y respondí mientras me acercaba al lado de LilacCatalina con anticipación. Fruncí el ceño.
—Sal, no la despiertes.
Sin embargo, mi hijo me ignoró y quitó la sábana que le cubría la mitad de la cara....