Luego, me miró, sus ojos brillando de alegría por tenerme cerca.
***
—Después de que te rechacé, mi lobo no habló conmigo durante semanas. Entendía toda la situación, pero aún así quería estar contigo. Intenté alejarme de ti, pero podía sentir el vínculo trabajando en mi contra. Solo quería mirarte todo el...