SU PREGUNTA
Dolor.
Eso era lo único que podía sentir. No sabía cuántas veces había gemido, ni recordaba cómo terminé así.
Maldije en silencio mi jodida vida mientras sentía a mi lobo empujarme hacia la consciencia. Estaba aturdido y mi visión borrosa por un minuto, antes de que mi cerebro pudiera enfocarse en...