Caminaba detrás de Humberto, quien iba un paso delante de mí. La puerta se veía igual que el resto de la casa: desgastada, maltrecha y vieja. Sacó una llave del bolsillo de su chaqueta y la usó para abrir la puerta.
¿Por qué necesitará una cerradura para este lugar?
Extendió la mano...