—...Pude oler tu excitación en el aire cuando comencé a besarte en el aula.
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—Estás bromeando, ¿verdad? —le pregunté escéptica.
Él negó suavemente con la cabeza.
—No lo estoy. La manera en que describiste a la mujer es exactamente como la imaginamos.
Respiré hondo y recorrí con la mirada la cafetería. Esta conversación había...