Miré a Lia y luego a Doro, ambas me observaban, esperando que hablara. ¿Estaba bien admitir que tenía un poco de miedo?
—¿Qué se supone que debo saber? —me sentía como una idiota sentada allí. El día había estado lleno de intercambios extraños y realmente quería que este terminara. No tenía...