—Voy a divertirme tanto rompiéndote —susurró.
Una mano grande y cálida me agarró del codo, y me di la vuelta para ver quién era.
—¿Qué hace una chica tan bonita como tú sola aquí atrás? —Fruncí la nariz al sentir el asqueroso olor a alcohol y cigarrillos que despedía. El hombre que...