—Sí, la gente. Echo de menos a mi gente.
Han pasado dos semanas desde el sueño con la diosa luna y nunca he estado más enojada. ¿Lo merecía, verdad? ¿Quién demonios era ella para condenarme a este sufrimiento? ¿Por qué diablos me emparejó con Humberto sabiendo que tendríamos todos estos problemas?...