—Fiesta. En mi casa. Hoy. Ven —dijo Humberto, ruborizado.
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—¿Por qué Humberto Campa te está mirando? —susurró la chica sentada a mi izquierda, por lo que sentí que era la centésima vez.
Gemí interiormente.
—Si no fuera por ti, no me habría dado cuenta de que me estaba mirando. Y por última vez....